jueves, 4 de marzo de 2010

Crónica chinorri

 El mundo se va al carajo, y cada día se ven pequeños detalles , pero muy elocuentes, que confirman este hecho: ayer fui testigo de unas de las mayores faltas de solidaridad posible entre conciudadanos de una misma nacionalidad; estando en un bar, estaban unos Erasmus chinos sentados al lado y en esto que aparece una mujer mayor, china también, vendiendo DVD's...¿qué cuántos le compraron a su compatriota? ¡¡¡NINGUNO!!! Eso sí, sonrisas y reverencias a modo de saludo-excusa, un montón, pero no se gastaron ni un mortadelo con su paisana*. Mao debe estar revolviéndose donde hincó el pico...


*(reconozco que yo tampoco le compré nada, pero cuando necesito algo bajo a los chinos de la esquina, que seguro todo queda en familia, como son todos iguales...)