lunes, 16 de agosto de 2010

El Sentido de unas vacaciones

  Normalmente, cuando uno se va de vacaciones, lo más corriente y sensato es irse a descansar, pasar unos días relajados apartado del bullicio y del mundanal ruído, como decía el sabio Fray Luis de León, pero, y como no podía ser de otro modo viniendo de una persona que tiene menos luces que una lancha de contrabando -es decir, el que esto escribe-, no se me ocurrió mejor idea para mis vacaciones que apuntarme a un Interrail de 12 días por Alemania y República Checa, visitando un total de 8 ciudades y recorriendo unos 2000 kilómetros en tren...y juraría que otros tantos a pie. He ahí a donde quiero llegar: las palizas que uno se da por conocer lo que desconoce, por el único afán de no marcharse sin haber visto esto y lo otro, de fotografiar aquéllo y admirar lo de más allá.
¿Qué sentido tiene todo esto? El ser humano debería nacer con unas bonitas alas y un precioso tren de aterrizaje en forma de ruedas redonditas y muy cucas. Eso nos habría facilitado mucho las cosas -11 horas de retraso encerrado en una terminal quema al más curtido-. Es más, si en vez de ojos, uno fuese cámara de vídeo y el otro de fotos, ya sería la leche -por eso de poder ver las cosas tranquilamente, y en directo-. Y como guinda para este pastel frankensteiniano, una boca multilenguas -de idiomas, no de lenguas en sí, pervertidos- para el tema del entendimiento con los indígenas de las regiones que uno visita. Aunque se me ha ido un poco la olla, no estaría nada mal, ¿eh?. Bueno, pues eso, el sentido de todo esto es la necesidad de aprovechar al máximo los días y las escasas oportunidades que así se brindan para vivir una experiencia de este calibre. La única pega medio seria que le pongo es la mierd* de pie derecho que diox me dio -el izquierdo aún me es fiel, pero que no me vea escribir esto por si acaso...-, pero eso no me quitó de patearme lo que se terciase. Lo cierto es que debo reconocer que  no cambiaría nada de este viaje. buenos compañeros/as de viaje, buenos destinos, buenos días...No habré descansado a la vieja usanza, pero sí he tenido buenas vacaciones.

En unos días volveré a la tónica habitual del blog -tal vez más agresiva en mis críticas, que necesito desfogar, y algo más variada-, pero necesitaba comentar esto, y pasaba de pagarle algunos l€uros a algún loquero cuentista.

Bueno, tampoco voy a esperar mucho para criticar: Alemania, rica mía, serás el primer mundo, el motor de Europa, una potencia económica, blablabla, pero estás en la plena prehistoria en lo que a calles se refiere: el adoquinado no se lleva desde los romanos, y aunque tus semáforos durasen cinco segundos más, tampoco se iban a gastar tanto. Por ahora, los únicos que puede ir cómodamente por tus calles son Marc Coma y Carlos Sainz en sus cacharros, y como peatón el único que cruza en verde es Usain Bolt. Tyson Gay ya cruza en rojo.