Hubo una época en la que media España se reunía en familia para ver uno de los mejores programas de la historia de la televisión: Caiga Quien Caiga. Hay que reconocer que sus mejores tiempos fueron los primeros, aquéllos en los que el GRAN Wyoming -lo de GRAN se lo merece el cabrón, qué labia y qué modestia, el jodío- lo lideraba, con la camarilla formada por Juanjo de la Iglesia, Pablo Carbonell, Sergio Pazos, Tonino y demás gente con la que te irías de farra al fin del mundo -cómo olvidar al Maestro Reverendo y sus cuñitas musicales-, menos Javi Martín, que nunca tuvo gracia. Tampoco debe olvidarse la postrera incorporación de un novato Arturo Valls -muy grande antes de quemarse-. No obstante, debe decirse que cuando Manel recogió el testigo tenía algunos puntazos, y entre ellos lo que hoy se indica aquí: el Teatrillo de Arturo Valls. Para mí era de los grandes momentos del programa, por lo absurdo, estúpido y chorra del momento, pero que me hacía reir sí o sí, y por eso pongo aquí algunas muestras.
Por cierto, en sus últimas temporadas, en los últimos tiempos de Fuentes y cuando el de los 40 Principales se puso a la cabeza de este gran programa, aquello perdió la gracia y pasó a ser mierda pura. Lástima...sniff...el único que se salvaba era el máquina de JuanRa Bonet.
De acuerdo en casi todo contigo. Pero una cosa. ¿Por qué sale Paco Umbral en lugar de Juanjo de la Iglesia? Si es una gracia no la he entendido, y si no lo es sí.
ResponderEliminarQué dices, loco!Madre mía, qué loca está la interné.
ResponderEliminarDe todas formas, comparten dos cosicas que bien justifican identicifar al uno con el otro:
*El "curso de ética periodística" de de la Iglesia se asemeja a las columnas de Umbral y los temas que trataba; además a ambos le interesaba ese mundillo.
*Los 2 han gastado una gafacas con cristales blindados del copón, en plan Milhouse.